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Caras locales: Demetrio Ribes

Demetrio Ribes

Escrito por Almudena Ortuño

12 noviembre, 2019

El padre de la Estación del Norte, cuya trayectoria transcurre pegada a las vías, fue también un teórico de la profesión. Voz para uno de nuestros arquitectos más emblemáticos


Uno de los edificios más bellos de València lleva su firma. La Estación del Norte, proyectada a principios del siglo XX, es obra de Demetrio Ribes. Una construcción modernista, con influencias secesionistas, que se caracteriza por su gran tamaño y su riqueza ornamental. Solo hay que mirar los mosaicos de José Mongrell y el trencadís de las columnas; los techos abovedados, de los que cuelgan naranjas y flores de azahar. No podría haberlos concebido otra persona, porque pocos conocían tan bien esa València y la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte.

Demetrio Ribes
Estación del Norte, en el centro de València


Demetrio Ribes (1875-1921) creció en València, pero inició su formación en Barcelona, donde estudió Ciencias Físico-Matemáticas. Fue en Madrid donde completó sus estudios en Arquitectura y se impregnó del debate teórico dentro de la profesión. Corrían tiempos de vanguardia y los movimientos se enredaban entre sí: eclecticismo, modernismo, regionalismo, racionalismo… De acuerdo que Ribes siempre tendió hacia las propuestas de Otto Wagner, representante del secesionismo vienés, y se las vio con las opiniones regionalistas de Leonardo Rucabado, por defender en los foros el aperturismo a otras corrientes. Pero nunca dejó de aprender, escuchar y opinar.

Su amor por los trenes tiene un largo recorrido. Fue arquitecto facultativo de la Compañía de Caminos de Hierro del Norte de España durante toda su carrera, desde 1902 hasta 1921, y realizó obras tan conocidas como los Edificios Gemelos de Príncipe Pío, en Madrid, o la Estación de Barcelona. También de todas las instalaciones que acarreaban, desde garajes a talleres o almacenes. De ahí que su obra tenga un perfil industrial y se caracterice por el empleo del hormigón armado, material que promovió entre el resto de sus compañeros. No solo mediante su uso en los Docks del Puerto de València, sino cuando fundó su propia promotora ‘Sociedad Coloma y Ribes’.

Demetrio Ribes
Edificio de los Docks, en la Marina de València


Sin embargo, todo ello no le convierte en un arquitecto pragmático y funcional. Hemos dicho que era un intelectual, capaz de integrar las corrientes y fundar su propia teoría. También un hombre comprometido con la ciudad que le vio nacer y conocedor de su personalidad, que late en su obra.

El legado de Ribes para su ciudad


Cuando hablamos de generosidad con la urbe nos referimos, por ejemplo, a su labor como consultor y asesor para otros contratistas. Es el caso del Mercado de Colón, que fue construido por el arquitecto Francisco Mora Berenguer, pero recibió buena parte de su supervisión. Se le atribuyen las estructuras metálicas para que el edificio pudiera tener ventilación. Desde su llegada a Valencia en 1912, también se implicó con la profesión e intentó promover las actividades de la Asociación de Arquitectos, llegando a ser presidente en 1916.

Otras obras arquitectónicas de carácter público y religioso son la Casa de Correos de Castellón, la Plaza de Toros de Xàtiva o el Asilo de la Marquesa de San Joaquín. Es en estos proyectos civiles donde por fin confluyen todas sus facetas, adaptadas a las necesidades del espacio. Aparece el eclecticismo, y conviven los lenguajes clásicos con formas neogóticas y eclécticas, sin perder ese gusto personal por la ornamentación. En los edificios de Ribes todo está donde debe estar, pero no por ello dejan de ser bellos.

Demetrio Ribes
Mercado de Colón, cuya estructura metálica corresponde a Ribes


Parece lógico, por tanto, que se le devuelva algo de cuanto dio, y así ha sucedido con la puesta en marcha del Parque Central. Las nuevas instalaciones, situadas precisamente detrás de la Estación, incluyen la puesta en servicio de las cuatro naves industriales que fueron obra de Demetrio Ribes. Su habilitación para uso ciudadano es una de las líneas definitorias de este proyecto y, además, los nombres que se asignarán nos recordarán al arquitecto. Así, la nave 2 albergará la sede del nuevo centro de Russafa de la Universidad Popular, con el nombre REU (Ribes Espai Universitat), y la nave 3 será un espacio cultural para exposiciones y espectáculos, bajo el nombre REC (Ribes Espai Cultural).

Aunque murió a la temprana edad de 45 años, el triunfo del arquitecto está en que su obra perviva en la ciudad, y así sucede con Ribes. Ahí están las grandes construcciones, pero también las humildes, como el garaje Gran Vía o las muchas viviendas privadas en El Ensanche, pero también en el Barrio de Pescadores. 

Está por ver qué suerte corre su casa de verano, ubicada en el número 95 de la calle Eugenia Viñes, de titularidad privada y carácter protegido. Aunque tiene gran valor patrimonial, tanto por los elementos arquitectónicos, como por la verja parecida a la de la Estación del Norte, se encontraba abandonada y ha sido ocupada varias veces. El Círculo por la Defensa del Patrimonio reclamaba al Ayuntamiento que adoptara medidas para su rehabilitación en favor de este último pedazo de la vida privada del arquitecto.

Y es posible que en Atelier Jōm tengamos mucho que ver con esta nueva etapa del inmueble.

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