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Las casas que veremos en el futuro/presente

Casa Arca

Escrito por Almudena Ortuño

9 enero, 2020

¿Qué viene ahora? Hemos cambiado de década, y también de estilo de vida, así que los espacios que habitamos han tenido que actualizarse

Cuando de pequeños imaginábamos las casas del futuro, el mundo se transformaba en una distopía. Altos rascacielos como en ‘Metrópolis’, coches voladores como en ‘Blade Runner’. Con el tiempo fuimos moderando nuestras expectativas, en base a una visión más realista de la tecnología y la arquitectura. Que si casas con forma de nave espacial, que si jardines verticales a modo de fachada; todo eso existe. Pero dejando a un lado la extravagancia, las auténticas tendencias en el mercado inmobiliario pasan por la funcionalidad, y este concepto no deja de reinventarse con el paso del tiempo. El futuro es hoy, pero el hoy es muy distinto…. dependiendo de a quién le preguntes.

En el año 2020, nos encontramos con que hay tantos modos de vida como personas, y debemos dar respuesta a las necesidades de todas ellas. Las casas ya no son (solamente) el epicentro de la vida familiar. De repente, se han convertido en el espacio de todo tipo de parejas y compañeros de piso. Se destinan a los alquileres por temporadas. Tienen multifunciones, con espacios de trabajo integrados. Y sus prestaciones tecnológicas, incluso sus requerimientos de sostenibilidad y eficiencia, pueden resultar más determinantes que el aspecto estético. Cada vez es más difícil establecer patrones, y a la vez más necesario. ¿Entonces qué viene ahora? ¿Cómo serán las casas del futuro?

Pues fijémonos en el presente.

Modulares

Hablar de casas prefabricadas suena mal, ¿pero acaso no es lo mismo? Hay viviendas que se realizan por módulos, para de esta forma hacer posible el transporte y su posterior montaje, además de agregar nuevas extensiones. Sus materiales no son muy distintos a los de las casas tradicionales, aunque sí el proceso de fabricación, que se lleva a cabo en una nave. Luego hay que pedir los permisos habituales, instalar el bloque sobre el solar y acometer una pequeña obra de cimentación. ¡Listo! Más rápido (cuestión de meses), más barato (a igual calidad, es fácil conseguir mejor precio), e incluso en algún caso puedes llevarte la casa a cuestas cuando decidas que te trasladas. No en vano, según el directorio Habitissimo, las edificaciones modulares en España han pasado de unas 2.000 en 2015, a 7.000 en 2017. Esto supone un incremento del 250% en dos años.

Casas modulares


Inteligentes

La domótica ha llegado para quedarse. Hace unos años era impensable que tu frigorífico te alertara de que te estás quedando sin leche, que la ducha acondicionara el agua a tus preferencias de temperatura y que en el salón sonara, con solo dar una palmada, tu lista favorita de Spotify. Hoy en día, todo esto es normal. Bueno, quizá no haya alcanzado todos los hogares, pero dado el avance de la tecnología, en un par de décadas nadie sabrá lo que era dormir en un colchón que no registre nuestros indicadores de sueño. ¿Nos echamos a temblar? Lo cierto es que disponer de una vivienda inteligente conlleva multitud de ventajas en relación a los sistemas de seguridad, la confortabilidad del hogar y (todavía más importante) la eficiencia energética, que a la larga repercute en el ahorro.

Sostenibles

Hablábamos de eficiencia energética, porque resulta que la sostenibilidad ya no es una alternativa, sino una obligación. En España contamos con el Código Técnico de la Edificación, aprobado en 2006, en el que se establece que las construcciones que se hagan a partir de ahora no solo deben adaptarse a los requerimientos de las políticas nacionales y europeas, sino también a un sentimiento ciudadano creciente e imparable: debemos cuidar el planeta. Esto implica sistemas tecnológicos que racionalicen los recursos, mejorar la envolvente térmica con métodos de aislamiento, incorporar sistemas de energías renovables o reducir el consumo en iluminación, entre otras muchas medidas. Con todo, podemos rebajar el gasto energético hasta un 70% en los hogares y un 20% en las zonas comunes.

Paneles solares


En las alturas y sobre el mar

Por último, uno de los problemas a los que nos enfrentaremos en breve, es a la falta de espacio. El suelo para edificar está limitado, sobre todo si queremos ser respetuosos con el entorno y el paisaje. Es por ello que muchos arquitectos ya se las están ingeniando para construir sobre el agua, con casas que son, no solamente flotantes, sino que tienen paredes impermeables para resistir a las crecidas de las aguas. Hay proyectos de ciudades, con parques y granjas. Otros profesionales apuestan por las alturas, para así reducir el espacio terrestre que ocupan los edificios, sobre todo cuando el precio del suelo se haya disparado. Serán edificios esqueléticos, pero con infinidad de casas. Entre todos llegamos a la casa flotante Arkup, que técnicamente es un barco. Con un coste de casi cinco millones de euros, prestaciones de lujo y sistema de navegación que funciona con energía solar. Ahí es nada.

No pedimos tanto.

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